Una reflexión acerca de la pérdida material
La semana pasada nos robaron el ordenador que usamos para editar los vídeos. Así, como quien no quiere la cosa, en un domingo de esos que nunca pasa nada, que parece que la realidad esté suspendida en el aire. Sucedió sin más, como otro acto común de la naturaleza.
Ocurre entonces que la furia y la impotencia te invaden como un tumor irreductible. Te crees de repente un Pepe Carvalho y ansías detener al criminal. Investigas cómo diablos pudo sucederte semejante atrocidad y buscas desesperadamente alguna pista en tu pésima investigación policial. Al final lo único que consigues es un estado de angustia similar a la de un tigre enjaulado, y te das cuenta, para colmo, que nunca serás Pepe Carvalho.
Sin embargo, el proceso de superación del drama que acabas de sufrir lleva más velocidad que un cohete ruso. Sin duda viajar altera tu modo de ofrecerte a la realidad y te permite valorar las cosas de otra forma. Añade aprendizajes a los que fueron adquiridos integrándose inmediatamente a tu personalidad. Se abren unas dimensiones humanas todavía inexploradas.
En este instante empiezas a comprender que las cosas tienen identidad por sí mismas; en absoluto están arraigadas a alguien o tienen un estado de pertenencia como a menudo creemos por un sistema de consumo monstruoso. El ejercicio de desapego comprende a todo aquel individuo que sabe desprenderse de lo que ha tenido sabiendo que nunca ha sido suyo. Este conocimiento de madurez que no nos está permitido por culpa de esa anodina y continua rutina que seguramente padecemos sin enterarnos, queda articulado por una conciencia mucha más lúcida y humana.
El camino sigue existiendo y nosotros seguiremos trabajando y compartiendo experiencias. No dejaremos de absorber los consejos de los amigos que nos iremos encontrando por nuestro itinerario como hemos hecho hasta ahora. Ellos nos enseñan esas zonas humanas que nos quedan por explorar.
Durante algún tiempo será difícil seguir editando los vídeos que hemos filmado en Brasil. Pero Termitas y Elefantes no se duerme. Seguimos adelante con más fuerza si cabe dedicándole más esfuerzo y entusiasmo a nuestro apartado En palabras, escribiendo artículos sobre nuestro viaje y preparando nuevos vídeos alrededor de América Latina.
¡Seguimos en el camino!